viernes, 26 de febrero de 2010

PRE-HISTORIA.

Suena raro pero antes de empezar con la historia de mi vida (cámara!), que paso antes de ser “locutor”, bueno creo que el gusto por los medios me viene de mi AMCB (Abnegada Madre Cabecita Blanca). Ella fue periodista en varias publicaciones y en tv de México, y también la inquietud de ganar una lanita, como a los 15 años pedí chance de trabar en la XEW de Guadalajara (estaba en la parte alta de las instalaciones de televisa, en avenida Alemania, cuando todavía no tenia toda la infraestructura actual). Yo vivía por el templo Expiatorio y me quedaba muy cerca (iba y venia en patineta), primero entre como “misceláneo” (así se le llamaba a los mensajeros), y aprendí a operar, luego empecé a operar en turnos de flojera, los sábados muy temprano o muy tarde, los partidos de futbol, o los toros por las tardes del domingo, solo enlazaba México y me salía a cotorrear con los locutores que hacían cabinas en vivo para la televisión, ahí conocí a Carlos Brambila (que después estaría en muchas etapas de mi carrera y tengo una anécdota muy buena, todo a su tiempo), a el Tío Carmelo (tipazo), a Rigoberto Cigala (ekaaaarr de gaaasss), era chistoso porque presentaban brevemente los programas que seguían en una pequeña cabina, donde solo había una cámara fija, y ellos sentados muy firmes decían que programa seguía… también como las instalaciones estaban casi abandonadas me ponía a patinar en el pasillo principal, ahora todo una galería de famosos… en aquel entonces el operador era un verdadero pulpo, tenia uno que poner comerciales en cartuchos, uno por uno, atinándole a los finales para que se escuchara chido, ponía música, enlazaba transmisiones a México, atender los teléfonos y pasar los datos a los locutores en una pequeña pizarra, armaba programas con locutores en vivo, para transmitir programas de televisión a radio, como noticieros, metíamos unos “caimanes” (pequeñas pincitas eléctricas) a la bocina de una tele vieja y la conectaba a la consola, poníamos novelas en rollo, un día me toco poner el ultimo capitulo de “Chucho el Roto”, novela que duro como 20 años al aire, eran como las ocho de la noche estaba yo solo en cabina, a media luz, escuchando muy atento la novela y que empiezo a llorar yo solo, jajaja, pero a llorar como si se hubiera muerto el ser mas querido, me impactó mucho ese ultimo capitulo de “chucho el roto”. En aquel entonces los locutores de la W eran: Joel Estevane, Lito Amaya, Pedro Moreno, y Enrique Bermúdez (aun con cabello), grandes voces, verdaderos comunicadores, algún día le pedí oportunidad a el director de comentar algo de futbol, claro me vio de arriba abajo y se sonrió. Que lejos estaba saber que si iba a poder estar frente a un micrófono.

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